La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra el 17 de junio, se centrará este año en el futuro de la gestión de tierras. Cada segundo, se degrada un área de tierras sanas equivalente a cuatro campos de fútbol, lo que suma 100 millones de hectáreas cada año, un extensión del tamaño de Egipto.
Involucrar a las generaciones presentes y futuras es más importante que nunca para detener e invertir estas alarmantes tendencias y cumplir los compromisos mundiales de restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas para 2030. Este año, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se celebrará bajo el lema “Unidos por la tierra: Nuestro legado. Nuestro futuro”. El objetivo es movilizar a todos los sectores de la sociedad en favor de la gestión sostenible de tierras.
El 17 de junio de 2024 también marcará el 30 aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), con sede en Bonn. La CNLUD es el único tratado internacional jurídicamente vinculante sobre la gestión de tierras y una de las tres Convenciones de Río junto con las de cambio climático y biodiversidad.
Consulte más acerca de este día en el siguiente enlace: Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2024: ‘Unidos por la tierra: Nuestro legado. Nuestro futuro’