Muchos países de ingreso bajo carecen de sistemas de seguimiento a los progresos para cumplir la meta 12.3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 que busca reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de aquí a 2030. Por lo tanto, con el objetivo de plantear alternativas para su consecución, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó su informe sobre desperdicios alimenticios alrededor del mundo. Uno de los cálculos afirma que, en 2022 se generaron a nivel mundial 1.050 millones de toneladas de restos de comida, mientras 783 millones de personas padecían de hambre. Además, el reporte concluye que esta problemática recrudece los efectos del cambio climático, ya que el desperdicio de alimentos es el causante de entre el 8% y 10% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), aproximadamente 5 veces más de los GEI que produce el sector de la aviación.
Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en Colombia se pierden un total de 9,76 millones de toneladas de alimentos al año, lo cual equivale al 34% de la producción total. Por lo tanto, el país ha avanzado en la formulación de normativas que contribuyan a la consecución de la meta 12.3 del ODS 12, como la Ley 1990 de 2019, conocida como “Ley Anti-desperdicio”, reglamentada por el Decreto 375 de 2022 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Este Decreto tiene como objetivo establecer medidas para evitar el desperdicio de alimentos a lo largo de la cadena de suministro, en concordancia con lo establecido en la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional -PNSAN.
No obstante, el informe revela que estas normas no han tenido un avance significativo hasta la fecha. Por lo tanto, se plantean alternativas como las Alianzas Público- Privadas (APP) para crear plataformas que permitan identificar codesarrollar soluciones, compartir buenas prácticas y fomentar la innovación. Actualmente, el PNUMA apoya una APP en Colombia, cuyos objetivos incluyen establecer una línea base para 2026 y lograr el ODS 12.3 en 2030. Por lo tanto, se requieren fuentes de financiación que permitan asegurar los recursos necesarios para implementar acciones a largo plazo y así reducir las emisiones de GEI y contribuir a la seguridad alimentaria.
Consulte este informe en el siguiente enlace: Índice de Desperdicio de Alimentos 2024