Los incendios forestales recientes en Colombia y el aumento de las temperaturas medias mundiales, que ya superan los 1.1°C en comparación con los niveles preindustriales, recalcan la urgencia de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y de proteger a las poblaciones más vulnerables de los daños causados por el cambio climático. En este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó un informe sobre la Brecha de Adaptación Climática, en el que se evidencia que ninguna de estas dos necesidades se está abordando de manera adecuada, ya que la adaptación climática se está ralentizando en aspectos fundamentales: la planificación y la financiación.
En primer lugar, el estado de la planificación para la adaptación climática es crítico. Es necesario incentivar la adopción de instrumentos nacionales de planificación de la adaptación, ya que actualmente uno de cada seis países no cuenta con esta herramienta. Además, en los países que la tienen, solo el 20% asigna un presupuesto destinado al desarrollo de acciones enfocadas en la igualdad de género e inclusión social. En este sentido, Colombia ya cuenta con su Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), bajo el cual el país ha ratificado su compromiso de lograr la transversalización del enfoque de género en todos los niveles de la gestión del cambio climático.
En segundo lugar, el déficit de la financiación de la adaptación climática oscila entre 194.000 y 366.000 millones de dólares anuales. Esta brecha conlleva a un recrudecimiento de los efectos del calentamiento global, especialmente en los países en vía al desarrollo y en las poblaciones más vulnerables. Solo las 55 economías más vulnerables han sufrido pérdidas y daños por un valor superior a 500.000 millones de dólares en las últimas dos décadas.
Por lo tanto, el informe plantea que es necesario respaldar a los países en desarrollo para que adopten un instrumento de planificación para la adaptación climática y concreten fuentes de financiación para implementarlos, reduciendo los daños asociados al cambio climático en el futuro. Al respecto, el informe plantea algunas vías para subsanar el déficit financiero, como la financiación pública internacional, el gasto nacional y la financiación por parte del sector privado. Adicionalmente, se plantea la evaluación de fuentes alternativas como impuestos al transporte marítimo y la aviación, alivios de deuda o prestamos en condiciones favorables.
Consulte el resumen ejecutivo de este informe en el siguiente enlace: Brecha de Adaptación. 2023 – PNUMA