Los bosques intactos son recursos extraordinarios cuyo papel en el sostenimiento de economías y sociedades florecientes a menudo se pasa por alto. Regulan el suministro de agua. Proporcionan recursos esenciales para las personas. Son el hogar de polinizadores de los que dependen los sistemas alimentarios. También son vitales para almacenar carbono, lo que contribuye a mitigar el cambio climático. Sin embargo, la deforestación amenaza la provisión de estos beneficios, poniendo en peligro las economías y sociedades que los necesitan.
Proteger los bosques es esencial para mantener estos beneficios al tiempo que se garantiza la resiliencia de las economías y se promueve el desarrollo socioeconómico sostenible. También es una de las formas más rentables de mitigar el cambio climático, que plantea riesgos significativos para las personas en todo el mundo.
Las promesas de reducción de la deforestación en los países REDD+ y las promesas de apoyo financiero a esta transición por parte de los países desarrollados son insuficientes para detener la deforestación de aquí a 2030 El informe concluye que los compromisos incluidos en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) de los veinte países con mayores emisiones derivadas de la pérdida de la cubierta arbórea no bastan para alcanzar el objetivo. Sólo ocho países incluyen objetivos cuantificados explícitos para reducir la deforestación. Todos están por debajo de la ambición mundial de detener la deforestación para 2030.
Consulte este informe en el siguiente enlace: Aumentar la ambición, acelerar la acción: hacia mejores contribuciones determinadas a nivel nacional para los bosques