Las tortugas marinas forman parte de un grupo de animales llamado Testudines, en el que también se encuentran sus parientes cercanos, las tortugas de agua dulce y las terrestres. Estos animales tienen una alimentación particular que varía de acuerdo a cada especie.
Es uno de los animales más antiguos de todo el planeta. Llevan habitando los ecosistemas marinos hace más de 200 millones de años enriqueciendo la biodiversidad. En el territorio nacional hay cinco de las siete especies que hay en todo el mundo y hacen presencia en el Chocó y en el Caribe colombiano, verde, caguama, carey, laúd o cana y la olivácea o golfina. Se cree que los mares del país albergan una posible sexta especie conocida como tortuga negra del Pacífico.
El 16 de junio se celebra el Día Mundial de las Tortugas Marinas con el objetivo de concientizar a las personas sobre la desaparición progresiva de este animal. La actividad humana se ha convertido en una amenaza para estas especies, el consumo de tortugas y el tráfico de sus partes como el caparazón y aletas es una de las mayores problemáticas de estos quelonios.
Así son las tortugas marinas que se encuentran en Colombia:
Verde (Chelonia mydas)
Es la segunda tortuga marina más grande. Tiene cabeza pequeña y roma con dos escamas prefrontales y cuatro postorbitales, su caparazón es oval, liso y deprimido en el margen, sin ser aserrado; el plastrón o parte ventral es blanco, característica distintiva de sus crías. Son herbívoras, consumen algas y pastos marinos, encontrándose asociadas a zonas de arrecifes de coral y praderas de fanerógamas marinas.
Caguama (Caretta caretta)
La caguama, boba, gogó o cabezona puede alcanzar hasta 124 cm de largo. Su cabeza es relativamente grande respecto al cuerpo. Tiene una musculatura fuerte para romper caparazones y conchas de sus presas, que suelen ser caracoles, bivalvos, crustáceos, entre otros.
Carey (Eretmochelys imbricata)
Puede medir 95 cm de largo. Tiene una cabeza angosta con un pico recto y puntiagudo que les permite cortar y alcanzar su alimento entre grietas; los adultos son especialistas en el consumo de esponjas y erizos. Las escamas o escudos del caparazón están imbricados y con bordes aserrados, con vetas marrón oscuro o ámbar.
Laúd o cana (Dermochelys coriácea)
Es la tortuga marina más grande, puede alcanzar hasta 180 cm de largo del caparazón y pesar hasta 500 kg. Su cuerpo no tiene escamas epidérmicas, en su lugar presenta una cubierta de tejido suave y liso con textura semejante al cuero, de ahí que su nombre científico se relacione con piel y cuero. Tiene aletas delanteras muy largas y fuertes.
Olivácea o golfina (Lepidochelys olivácea)
También se conoce como tortuga olivácea por la tonalidad de su caparazón, verde oliva o gris oscuro, y su plastrón o parte ventral color crema. Es de las más pequeñas, alcanza solo unos 70 cm de largo. Su caparazón es casi circular, con seis o más escudos laterales; frecuentemente es asimétrica, lo que la diferencia de las demás. Se alimenta principalmente de cangrejos, almejas, mejillones y camarones.
Consulte más información acerca de este día en el siguiente enlace: Día Mundial de las Tortugas Marinas – 16 de junio