El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó en 2022 su informe sobre el estado de la financiación de Soluciones basadas en la Naturaleza (sbN), destinadas a alcanzar los objetivos globales de prevención del calentamiento global y conservación de la biodiversidad. Estas alternativas son las más eficientes debido a la maximización de sus beneficios en comparación con las inversiones requeridas para su ejecución. Sin embargo, en 2022 los flujos de financiación para la SbN se calcularon en 154.000 millones de dólares anuales, sólo un tercio de la inversión necesaria para 2030 (484.000 millones de dólares anuales) con el fin de limitar el cambio climático por debajo de los 1,5°C y detener la pérdida de biodiversidad.
Gestionar el recurso hídrico, mitigar los efectos de fenómenos meteorológicos o limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5°C, son problemáticas que pueden abordarse por medio de las SbN. En Colombia, a mediados de 2023, se habían identificado alrededor de 18 SbN que podrían reducir los GEI en más de 340 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales para 2050. La mejor oportunidad para el país se basa en reducir la deforestación, que representa un 67% del potencial de mitigación para el período 2020 – 2050. De esta manera, Colombia también contribuye a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 15: “Vida de ecosistemas terrestres”, que promueve el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y frenar la pérdida de la biodiversidad.
Para financiar las SbN, el informe propone aumentar la inversión directa a través del gasto público, mientras se busca el apoyo de las Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) para que detengan la financiación de actividades perjudiciales para la naturaleza. En Colombia, si bien se ha avanzado en eliminar subvenciones a combustibles fósiles, las inversiones en sbN aún son insuficientes. A mediados de 2023 se estimaba que se invertían menos de USD 300 millones al año en SbN terrestres, 50 veces menos de los que se requiere. Del total, el 51% corresponde a recursos públicos, mientras que la inversión del sector privado era menos del 1% del total. Por lo tanto, también se necesitan mayores incentivos para inversiones desde el sector privado, especialmente en cadenas de suministro sostenibles y fondos de asistencia técnica e inversión en tecnología asociada al desarrollo de las SbN.
Consulte este informe en el siguiente enlace: Estado de la financiación para la naturaleza – PNUMA