La energía es un bien esencial para el abastecimiento de necesidades básicas alrededor del mundo. Sin embargo, casi 800 millones de personas no tienen electricidad, y aproximadamente 2600 millones, no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar. Por su parte, Colombia tiene una de las mejores coberturas de acceso a energía de la región con cerca del 97 % en energía eléctrica y 70 % en gas natural. No obstante, cerca del 18,5% de su población se encuentra en situación de pobreza energética.
En adición a la necesidad de ampliar la cobertura energética, Colombia, tiene otros desafíos importantes como asegurar una buena calidad, aspecto en el que existen grandes desigualdades. Es necesario conseguir que el 9,7% de la población que aún cocina con leña disponga fuentes de energía adecuadas para cocinar y proporcionar los medios para que más hogares y personas tengan acceso a dispositivos y otros medios para transformar la energía en bienestar. Adicionalmente, la mitad de la pobreza energética del país se concentra en regiones específicas, como Córdoba, Nariño, Magdalena, Bolívar, La Guajira y Cauca. Por lo tanto, la estrategia para ampliar la cobertura y calidad energética debe ser diferencial por departamentos.
Las acciones que se tomen al respecto deben estar respaldadas con medidas que garanticen una transición energética justa en la cual se involucren países desarrollados con las capacidades y recursos suficientes para apoyar la implementación de sistemas energéticos en los países en desarrollo. Para esto se requieren alrededor de 40.000 millones de dólares al año de aquí a 2030 con el objetivo de cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible – ODS 7 sobre el acceso a una energía asequible, limpia y sostenible.
Consulte más acerca de este día en el siguiente enlace: Semana de la Lucha Contra la Pobreza Energética – ONU