En la actualidad, las ciudades representan aproximadamente el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y son responsables de más del 70% de las emisiones de carbono, pero su crecimiento descontrolado presenta desafíos significativos en cuanto al acceso a servicios de salud, vivienda y transporte. En respuesta a esta problemática, la ONU ha designado el 31 de octubre como el Día Mundial de las Ciudades.

La expansión caótica de las áreas urbanas contribuye al aumento de conflictos y tensiones debido a la dificultad que enfrentan las personas para acceder a oportunidades y servicios. Además, el crecimiento de las ciudades conlleva un aumento en el consumo de recursos y la generación de residuos, junto con una creciente demanda de energía, lo que puede agravar problemáticas ambientales como la contaminación y el cambio climático.

La planificación urbana adecuada es esencial para lograr un crecimiento ordenado de las ciudades. Esto implica la preparación de terrenos y la instalación de infraestructuras básicas antes de la construcción. Para lograrlo, es necesario implementar un modelo urbano inclusivo que promueva la creación de redes de “nodos de alta densidad” que combinen viviendas, empleos y servicios a nivel de vecindario, fomentar la movilidad sostenible y hacer un uso intensivo de los espacios públicos.

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