En 1985 las Naciones Unidas designó el primer lunes de octubre de cada año como el Día Mundial del Hábitat con el objetivo de reflexionar sobre el estado de la estructura de nuestros pueblos y ciudades y el derecho básico de todos a una vivienda adecuada. También pretende recordar al mundo su responsabilidad colectiva en el futuro del hábitat humano.
Este año el Día tiene como objetivo encontrar formas en las que las ciudades puedan recuperarse tras una serie de crisis económicas globales relacionadas con la COVID-19 y los conflictos. Para ello es preciso:
- Analizar todas las dimensiones de esta desaceleración en las ciudades.
- Buscar acciones que conduzcan a la recuperación.
- Compartir experiencias sobre cómo hacer frente a las presiones inflacionarias y financieras en general.
El año 2023 ha sido particularmente desafiante para las economías urbanas. El crecimiento de la economía global en sí está disminuyendo en torno al 2,5%. Se trata del crecimiento más débil desde 2001 sin contar la crisis inicial de COVID-19 en 2020 y la crisis financiera global en 2009.
Dada la contribución de las ciudades como impulsoras de la recuperación económica, el futuro de muchos países vendrá determinado por la productividad de sus áreas urbanas.
Para que este crecimiento y recuperación económicas sean sostenibles, se requieren ciudades que puedan absorber, recuperarse y prepararse para futuras crisis económicas, un factor que debe reflejarse en el marco de recuperación verde que financie una economía climáticamente neutra en un mundo post-COVID.
Consulte más acerca de este Día en el siguiente enlace: Día Mundial del Hábitat – 2 de octubre