Desde 1987, la OMS publica periódicamente directrices sobre la calidad del aire relacionadas con la salud para ayudar a los gobiernos y a la sociedad civil a reducir la exposición humana a la contaminación del aire y sus efectos adversos. Las últimas directrices se publicaron en 2006.
En Air quality guidelines – global update 2005. Particulate matter, ozone, nitrogen dioxide and sulfur dioxide (de la Oficina Regional de la OMS para Europa, 2006) se publicaron niveles orientativos sobre los principales contaminantes atmosféricos perjudiciales para la salud, como la material particulado (MP), el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de azufre (SO2). Ese documento, Global update 2005, ha tenido un efecto importante en las políticas de lucha contra la contaminación en todo el mundo. Su publicación condujo al primer marco de referencia universal.
El objetivo general de estas directrices mundiales actualizadas es ofrecer niveles de referencia de la calidad del aire basados en la salud, expresados como concentraciones a largo o corto plazo de seis contaminantes atmosféricos clave: MP2,5, MP10, ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Además, las directrices proporcionan metas intermedias para guiar los esfuerzos de reducción de estos contaminantes, así como declaraciones de buenas prácticas para la gestión de ciertos tipos de MP (es decir, carbono negro/carbón elemental, partículas ultrafinas y partículas procedentes de tormentas de arena y polvo).
Las directrices no son normas jurídicamente vinculantes, pero proporcionan a los Estados Miembros de la OMS una herramienta basada en pruebas que pueden utilizar como guía para la elaboración de leyes y políticas. En última instancia, el objetivo de estas directrices es ayudar a reducir los niveles de contaminantes atmosféricos con el fin de reducir la enorme carga para la salud resultante de la exposición a la contaminación del aire en todo el mundo. En comparación con las anteriores directrices de la OMS, estas directrices:
- utilizan nuevos métodos en lo que respecta a la síntesis de pruebas y la elaboración de las directrices,
- refuerzan las pruebas anteriores sobre los efectos nocivos para la salud provocados por la contaminación del aire; y
- aportan pruebas de los efectos nocivos para la salud que provoca la contaminación del aire en niveles inferiores a los conocidos hasta ahora.
Consulte estas directrices en el siguiente documento: Directrices mundiales de la OMS sobre la calidad del aire