También conocidas como chuchas, las zarigüeyas son mamíferos marsupiales, parientes de los canguros y los koalas.
Con un pelaje bastante variado, pues poseen tintes cafés, otras veces grises con blanco o blancos con negro, a las zarigüeyas las confunden en repetidas ocasiones con las ratas. Por esta razón son víctimas de agresiones, a pesar de ser animales vitales para la conservación de los bosques.
Estos animales silvestres, catalogados por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) de “preocupación menor”, suelen tener una nariz rosada y una cola muy larga, sin pelo y prensil para poder agarrarse de los árboles, además de tomar elementos de su entorno para construir sus nidos y madrigueras.
Es importante identificar a las zarigüeyas como seres inofensivos que contribuyen a la reforestación y al encontrarlas en un medio natural, permitir que se desplacen libremente. También es necesario evitar la exposición de materia orgánica en zonas aledañas a los ecosistemas donde habitan y controlar espacios como bodegas o similares, para evitar que habiten estos lugares.
Consulte más información en el siguiente enlace: ¿Cuál es la importancia de las zarigüeyas para los ecosistemas de Colombia?